Época: Final franquismo
Inicio: Año 1957
Fin: Año 1975

Antecedente:
La política exterior

(C) Abdón Mateos y Alvaro Soto



Comentario

Una vez que la diplomacia española se sumó al criterio descolonizador de las Naciones Unidas en septiembre de 1963, la cuestión de Gibraltar pasó a un primer plano de los objetivos del ministro Castiella. Desde septiembre de 1964 las resoluciones de la ONU pasaron a ser favorables a las tesis españolas de descolonización, por lo que Castiella intentó compensar los avances en el objetivo de la recuperación del Peñón con sus fracasos ante Europa y Estados Unidos. La internacionalización del contencioso con el Reino Unido trajo consigo el diseño de una diplomacia multilateral dirigida a la obtención del voto de los países árabes y latinoamericanos. Los gestos diplomáticos de independencia ante los Estados Unidos y el bloque occidental se multiplicaron. Por ejemplo, se mantuvo el apoyo a la causa palestina y se intentó seguir una política independiente ante Cuba. El comportamiento y el discurso de los representantes españoles en los Organismos Internacionales tendió a distanciarse de las potencias occidentales para acentuar los contenidos tercermundistas. Otra línea de acción exterior consistió en un trabajo por la seguridad colectiva en el Mediterráneo, que limitase los riesgos de confrontación Este-Oeste y justificase el retorno de Gibraltar.
Además Castiella inició una política de bloqueo y sanciones hacia Gibraltar que entorpecía las actividades económicas de la colonia británica y el funcionamiento de la base militar. Esta política de enfrentamiento con Londres limitó las posibilidades españolas ante la OTAN y enturbió las negociaciones con los Estados Unidos.

Las resoluciones favorables a los intereses españoles en Naciones Unidas eran un símbolo de la mejora de imagen del Régimen fuera de Occidente. Desde diciembre de 1967 la ONU se inclinó claramente por las tesis españolas, lo que acentuó los rasgos nacionalistas del ministro Castiella. El compromiso descolonizador había permitido la suma de 73 votos favorables a las tesis españolas contra 19 y 27 abstenciones. Sin embargo, el Gobierno británico hizo caso omiso de la resolución de la ONU, promulgando un nuevo texto constitucional en mayo de 1969 que ampliaba la autonomía de Gibraltar.

La diplomacia franquista pretendía ligar la reivindicación de Gibraltar con una vinculación más estrecha con Occidente. Sin embargo, el empecinamiento de Castiella llevó las relaciones con Gran Bretaña a un verdadero callejón sin salida. Además, los Estados Unidos no tomaron en cuenta las aspiraciones españolas respecto a la Roca, prefiriendo mantener las líneas de su estrecha relación con los británicos. La huida hacia adelante de Castiella, por ejemplo, en octubre de 1969 cerraba la frontera y cortaba las comunicaciones telefónicas a Gibraltar, terminó siendo contraproducente para los intereses españoles. Además del fuerte enfrentamiento con el Reino Unido, la obcecación de Castiella hizo que peligrara la renovación de los acuerdos con los Estados Unidos.